Recuerdo cuando hace tres años me confesé, después de más de una década sin hacerlo, ¿que qué sentí?Pues algo parecido a esto...
Desde aquel día,disfruto y necesito confesarme a menudo para estar en Gracia de Dios en mi día a día.
No olvidemos que hoy estamos aquí, pero en un "zas" nos puede cambiar la vida por completo.
¡Que alegría sentirte perdonada y querida por El!No hace falta ser un asesino(como en la película La Misión ),para necesitar una buena "limpieza de alma".
Todos estamos llamados a ser SANTOS,y creo que lo primero que tenemos que hacer para ello, es una buena confesión para "empezar de cero" y llegar a El.
¿Estamos preparados para que Dios nos llame en cualquier momento?¿Hemos trabajado lo suficiente como para merecer el cielo?
¡Cuánto trabajo nos queda por hacer y que pequeños y vulnerables somos sin El!
Solo tenemos esta vida para merecer el cielo.HAY QUE DESPERTAR CHIC@S!